Mi primer día en este centro educativo estuvo muy bien organizado: Sandrine Texier, la profesora de español con la que había contactado previamente, me entregó mi horario para el resto de la semana, con las aulas, profesores y materias a las que iba a asistir. así como las cuestiones logísticas que podían interesarme (casillero, bono para la cantina, clave de acceso al ordenador etc). También me presentó al equipo directivo, quien me enseñó el centro y me explicó algunas de sus características, y a los profesores con los que trabajaría los días posteriores, especialmente al equipo de español.
El Lycée Brizeux ocupa un edificio monumental al que se han ido anexando distintas construcciones (collège, restaurante y cocinas, internados, edificio de ciencias y laboratorios, sala de música y anfiteatro, pabellón deportivo...) ubicadas en torno a un gran bosque central en pendiente que hay que atravesar para acudir a los demás edificios, por lo que las distancias son bastante grandes. Las aulas de español están en el bajo cubierta del edificio principal.
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