Curso en Bolonia -2-

 Al principio de nuestra formación en Habilidades blandas, hablamos de nuestros miedos y expectativas, tratando de entender lo que podíamos aportar. El hecho de poder confrontarnos nos hizo darnos cuenta de que, aunque procedentes de países diferentes, compartíamos los mismos sentimientos y luchas.

Por eso, la primera habilidad blanda que abordamos fue la Inteligencia Emocional. Como profesores, tenemos que ser capaces de reconocer no sólo nuestros propios sentimientos, sino también las emociones de los demás, para ser conscientes de nosotros mismos y de nuestro entorno. Para lograr desprendernos de nuestras cargas, una de las actividades, sugerida por uno de los participantes, fue la de quitarnos metafóricamente esos sentimientos negativos innecesarios del cuerpo y arrojarlos en medio de un círculo. Reflexionamos sobre las estrategias para superar las malas reacciones ante determinadas situaciones de la vida real, tanto personales como profesionales. Estos conceptos nos llevaron a descubrir lo difícil que es mostrar siempre empatía, especialmente cuando no hemos pasado por la misma experiencia que la otra persona.